Bocina: un instrumento para usar a conciencia

El uso excesivo de la bocina es un buen ejemplo, ya que genera más contaminación auditiva que mensajes relevantes. Ya sea  como peatón o como conductor, probablemente te sientas con frecuencia abrumado y ensordecido por ese incesante sonido que invade las calles. Esto tiene su explicación. Una bocina suena a 90 decibeles, lo que supera los 65 dB considerados como el nivel de exposición al ruido más alto recomendado, según la Organización Mundial de la Salud.
El ruido es considerado un factor de estrés ambiental que puede ocasionar trastornos del sueño, intervenir en el rendimiento, la memoria e incrementar la irritabilidad y agresividad.   
Sin embargo, quizás la hayas utilizado en más de una ocasión, para quejarte, demostrar tu apuro o incluso celebrar el triunfo de tu equipo de fútbol. Es tiempo de tomar conciencia de que, si todos nos limitáramos a utilizar la bocina para desempeñar las funciones para la cuales fue creada -a tono con las reglas del tránsito, las normas de seguridad vial y, por lo tanto, de los códigos que compartimos para entendernos en las calles- no solo podríamos aportar una necesaria cuota de tranquilidad en los centros urbanos, sino que también reduciríamos el nivel de ruido que nos aqueja y aturde, y disfrutaríamos de un mayor bienestar físico y mental.

Para transformarse hay que saber en qué debe consistir el cambio. Por eso, te contamos en qué situaciones deberías usar la bocina. Lo importante es no quedarse pegado a ella, con presionarla una o dos veces será suficiente para trasmitir el mensaje.
Porque, en definitiva, se trata de eso: de dar un aviso que en ninguna ocasión debe ser de ira o euforia. Incluso, muchas de las indicaciones las podrías hacer con las luces del auto.
Utilizar de manera responsable esta herramienta implica hacerla sonar solo cuando es estrictamente necesario. 

Entonces, se considera importante presionar la bocina:

• Para evitar accidentes. Si vas por un camino montañoso, sinuoso, es válido presionarla para indicar tu presencia a los vehículos que pudieran venir por la mano contraria. Otra situación que bien vale de ejemplo es utilizarla para alertar a otro coche que está invadiendo tu carril y que, por lo tanto, podría producir un accidente.
• En situaciones de emergencia. Si trasladás a alguien de urgencia al hospital, es correcto que presiones la bocina como señal para que los demás vehículos te permitan el paso. 
• Para adelantarse en zonas rurales. Tal como indica la Ley Nacional de Tránsito (N.º 24.449), solo si estás en el campo y precisás sobrepasar a otro vehículo (siempre por la izquierda y con indicador de giro hasta concluir la operación), es apropiado tocar bocina para indicarle tu atención. 

El buen uso de la bocina es un aspecto que debés tener en cuenta a la hora de cuidar tu seguridad al volante.